CIBER YO



El dualismo de las redes sociales y la identidad de mi personalidad de manera positiva es realmente evidente cuando doy un vistazo a mis redes, en la virtualidad reflejo una visión de victoria mientras en la realidad esas victorias no son continuas, un monologo relatado para satisfacer el ego en donde puedo borrar toda señal que me desagrade del pasado. Todo comienza con mi Nickname en redes y correo electrónico que se convierte en mi apodo en el mundo real “Tuchí Ortiz” el cual le da la facilidad a que se me pueda identificar más fácilmente en una búsqueda simple por Google, todos me llaman ahora por ese Nick en la virtualidad y la realidad, y se comunican conmigo por medio de la confianza que ha establecido el personaje virtual, pero cada vez que se comunican por medio del chat el contacto es de mayor cantidad de personas pero de menor calidad humana, ya que recursos como notas de voz, emoticones, siglas, abreviaturas, son un cambio de lenguaje respecto a la cercanía humana, que otorga el poder de detener el tiempo de comunicación para meditar la respuesta y responder por turnos sin tener las interrupciones del interlocutor, lo que en muchos es una ventaja ya que permite que esa agobiante y agotante manera de anular la idea del contario interrumpiéndolo constantemente no se quiera imponer sobre la discursiva de los otros solo por subir la voz. Al revisar mis redes sociales se componen de un mayor porcentaje de desconocidos que siguen mi alter ego pero que desconocen mi altura, mi voz, mi forma de expresarme, mi familia, mis gustos, solo conocen una composición de retazos efímeros, creadas por el guion establecidas para reaccionar convenientemente a cada situación, en donde aunque pretenda no hacerlo siempre se cae de alguna manera en los topoi, cayendo una y otra vez en el argumentum ad populum.